Versión de Madrid capital, barrio de Las Ventas del Espíritu Santo, cantada por José Coronado Olaya, de 55 años de edad.
Recogida el día 29 de octubre de 1996 por José Manuel Fraile Gil y José Manuel Pedrosa Bartolomé.
Publicada en:
Fraile Gil, José Manuel (2024), La tradición madrileña y San Antonio de Padua, Editorial Lamiñarra, pág. 97. Audio 1.
La rueda de la fortuna nunca puede estar parada
porque a algunos nos persigue la rueda de la desgracia.
En este lugar había un señor don Juan de Lara,
caballero ya mu rico, divertido entre las damas.
Le mandó razón su padre que estaba enfermo en la cama,
que se pusiera en camino, qu’a la noche le aguardaba.
Marchó a la ciudad del moro, cuatro pajes l’acompañan,
allí se estuvo ocho meses hasta que a su padre l’hizo falta.
Al cabo los ocho meses regresó para su casa,
se encontró a su esposa encintas y de parto muy cercana.
Su esposa, cuando lo vio, al cuello se l’abrazaba
y don Juan, enfurecido, la pegó una bofetada.
—Quítate, perra judía, quítate, perra malvada,
que m’has quitado l’honor estando tú embarazada.—
Sin reparar lo qu’hacía la pegó una puñalada
y como si diera en bronce s’hizo pedazos la daga.
Apareció San Antonio
vestido de religioso de la orden franciscana.
—No le extrañe a usted, señor, que esta visita le haga.
He tenido la razón que está la condesa mala
y vengo a favorecerle, que su falta remediarla.—
El caballero s’arrodilló y besó sus puras plantas
y hizo una procesión que por el pueblo fue nombrada.
De dinero le costó tres mil ducados de plata.
A ver si con tanta memoria podemos alcanzar todos
como el conde don Juan Lara el perdón y la santa gloria.