Versión de Alcalá de Henares, cantada por Gregoria Loeches Rubio, de 90 años de edad. Recogida el día 9 de enero de 1988 por Andrés Huguet Carral.
Publicada en:
Fraile Gil, José Manuel (2024), La tradición madrileña y San Antonio de Padua, Editorial Lamiñarra, pág. 111. Audio 2.
En Galicia una mujer viudada con una hija,
y eran de buen parecer, quince años tenía Rita,
y estaba la pobre en su dormitorio,
metida en su lecho como correspondo.
Tenían un San Antonio en una urna metido,
y ella le decía al santo: —Concédeme lo que pido:
sacar a mi madre de sus pensamientos.—
Quiere comenzar con su mismo cuerpo.
Un día, estando en la mesa, le dice su madre a Rita:
—Estamos pasando hambre siendo tú tan rebonita.
Hay un caballero que nos quiere dar
bastante dinero por tu hermosura.—
Ella contestó valiente: —Yo tengo en mi faldiquera
unas tijeras cortantes que me sirven de defensa.—
Y al caballero se las hincó,
y cuando el caballero al suelo muerto caía
estas palabras decía:
—Me distes la muerte que yo merecía.—
[Maldita sea esa madre, esa madre traidora;
por interés del dinero de su hija vendió la honra.]